9 de enero de 2011

Desde el Pandemonium...



Les traigo este vídeo. Lo dedico a todas aquéllas personas que alguna vez han experimentado la misma sensación que hace estremecernos, con cada palpitar de nuestro corazón, a cada instante que la sangre recorre cada arteria y cada vena dentro de uno mismo, cuando se está pensando en alguien. Es indescriptible. (Opté por un vídeo con subtítulos, para que se pueda leer lo que Paul Stanley trata de decirnos con esta canción).

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